Hoy he empezado a dar clases en l'Escola d'Estiu de Bonrepós. 24 niños de 6 años, un tercio dibujando en la pizarra, otro tercio dibujando dibujando en su pupitre y el otro tercio llamándome para que les mire su nueva obra de arte. ¿El estilo? Bueno, el de un niño de 6 años. ¡Tampoco puedo pedirles que sean Masamune Shirow!
Son, eso sí, adorables todos ellos. Hiperactivos y agotadores, pero adorables.
He vuelto a casa con los pies destrozados, acaloradísima y sin saber por donde dirigir la próxima clase. Pero bueno, ¡poco a poco! Hoy ha sido el primer día, así que supongo que poco a poco iré desarrollandolas.
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