viernes, 26 de noviembre de 2010

Camino al Fin del Mundo, Etapa 5

Peñaseita- Puerto del Palo- Berducedo. (21/08/2010)

...¡Y tanto que lo conseguimos!

El camino de subida al Puerto del Palo es estupendo, entre bosques de robles, avellanos y castaños, junto a prados y los regatos que bajan de la sierra del Palo y Fonfaraón. En un par de ocasiones paramos a observar el paisaje, un valle de bosques frondosos y frescos. En un recodo, el riachuelo se precipitaba en pequeñas cascadas, y no pudimos evitar parar a refrescarnos y beber de ellas. ¡Sin malas consecuencias, lo aseguramos! Poco después, encontramos una zona de picnic donde almorzamos, y a las 12 del mediodia emprendimos el camino hacia las subidas mas duras. Al poco, acabó el bosque y empezaron las llanuras y los pastos de las montañas. Subiendo, no sin dificultad, llegamos a un bosquecillo, donde oímos un ruido de cascos, bufidos y resoplidos. Huímos de lo que creíamos que era un jabalí, cuando de pronto una manada de caballos pasó por nuestro lado. ¡Caballos en libertad! Increíble. Y allí... La cima.

El sol caía en picado. El calor era insoportable. Y, henos ahí, agotados y acalorados, por los senderos de la alta montaña, coronando la sierra camino a Montefurado (donde viven un señor, su perro, las gallinas y las vacas). Dimos buena cuenta de nuestros bocadillos, con la compañía de una cariñoso San Bernardo, y no pude evitar quedarme dormida. La mejor siesta de mi vida. Cuando desperté, comenzamos a bajar, pero la rodilla izquierda de Paco se resintió, y tuvimos que pedir un transporte. Y en un taxi, llegamos a Berducedo, un pequeño y adorable pueblo donde pasamos la noche en el albergue municipal, donde nos reencontramos con Ricardo, uno de nuestros compañeros de camino.

Dado que la rodilla de Paco no estaba muy católica, seguimos los consejos de la hospitalera, y al día siguiente decidimos bajar la gran cuesta a Grandas de Sálime en autobús.

Pero eso... es otra etapa.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Camino al Fin del Mundo, Etapa 4

Bodenaya-Tineo-Pola de Allande- Peñaseita (20/08/2010)


Salimos temprano de Bodenaya, entre brumas matinales. El camino hacia Tineo, bellísimo, discurre entre prados. Y está increíblemente embarrado. Las vacas nos miraban con curiosidad. Por cierto, olvidé hablar de la increíble hospitalidad de la gente. Cerca de Salas, una señora nos regaló dos manzanas asadas. Bueno, pues camino a Tineo, mi espalda decidió hacer "crac". Mi viejo problema derivado de las mochilas escolares reapareció sin avisar. Y bueno, Paco tuvo que cargar con todo XD. En Tineo nos comimos un bocadillo de chosco, un embutido de la zona estupendo. Visto que no podia continuar la etapa a Borres, tomamos la difícil, pero acertada decisión, de coger el autobús que nos acercara al final de la etapa, pero solo podian llevarnos a Pola de Allande, media etapa más adelante. Y he ahí, que en el autobús llegamos, medio dormidos, a Pola, y dado que nos sabía mal ir al albergue sin caminar, seguimos hasta Peñaseita, donde escribo esta entrada, solos, en una casa de campo en medio del bosque. Mañana nos espera el terrorífico Puerto del Palo. ¿Podremos conseguirlo..?

martes, 9 de noviembre de 2010

Las Crónicas del Celt.

El Celt es la esencia. Es lo que sostiene una mirada que cruza el infinito. Vibra en la voz de un niño al nacer, y ríe en el suspiro del alma que se libera. Es la electricidad que recorre nuestra piel en el amor, y la furia del mago descargando su ira sobre el maldito.

El Celt son los destellos que atraviesan nuestros párpados, crea mundos imaginarios, ilusiones, esperanzas. Multicolor, el Arcoiris es un flujo de Celt visible en el cielo cuando el milagro de la lluvia y el sol besándose ocurre.

Cuando algo invisible susurra a nuestras espaldas, es el Celt el que sirve de catalizador, esa materia invisible que nos bombardea a diario. Y se irisa en el Universo, multiplicando sus susurros a través de las dimensiones. Multiplicando Universos.

Lo que leéis ahora es la historia de uno de esos Universos creados por la maravilla del Celt, el tiempo sin tiempo de un destello de nuestros párpados. Tal vez se creó en el filo de la hoja de un árbol, o en el brillo de las olas del mar. Es la historia de los habitantes del Celt.


Bienvenidos a las Crónicas del Celt.

Este texto será el prefacio de mis historias en las cuales la energía mágica sea el Celt, sea cual sea el Universo mostrado.

Paula