viernes, 24 de septiembre de 2010

Camino.

Un paso, otro paso.
La tierra se arremolina bajo mis pies.

Otro más, más allá.
Quien sabe, ¿podré llegar?

Roble y castaño,
hiedra y zarza.
Ortiga y araña.
Un paso, otro paso.

Ojos y manos,
que quizá solo vea hoy.
Un árbol, otro árbol.
Camino.

El fin del mundo me espera,
me seguirá esperando.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Camino al Fin del Mundo, Etapa 3

Transcripción del Diario del Camino de Santiago.

Etapa 3, Cornellana-Bodenaya

...Y entonces, llegó el milagro.

Entrando en el bosque, camino a Salas, conseguí cobertura y llamé a mi madre. Ella nos ha prestado dinero suficiente para terminar el Camino. Tras unas sendas un tanto más livianas, tal vez por la alegría, tal vez por hallarnos en un valle, y no sin ver de nuevo las extrañas libélulas azules de alas negras, llegamos a Salas, increíblemente hambrientos. Salas es un pueblo con un precioso casco histórico, donde recientemente inauguraron un albergue.

Como teníamos que seguir la etapa, y el albergue nos quedaba muy lejos, buscamos un sitio donde comer por el Camino, y en la misma plaza del pueblo encontramos CASA PACHÓN, probablemente el lugar donde más comida nos sirvieron en todo el Camino de Santiago. Sopa de ajo, Pote de Berzas, Ensalada de pasta, Arroz a la cubana y pescado con patatas... postre, café y bebida... ¡Sólo 8 euros y medio! El dueño nos dijo que, en cuanto veía que un peregrino entraba por la puerta, le ponía todo el menú sin cobrarle más, porque sabe que venimos hambrientos, y que funcionamos con el boca a boca.

Salimos de Salas con la sonrisa tonta y el estómago lleno, y emprendimos el camino a Bodenayam a través de bosque y veredas, un camino estupendo junto a un río, atravesando los riachuelos formados por los manantiales. Allí nos ocurrió algo extraño. Un hombre nos adelantó con su perro por el Camino, un hombre con pinta de hippie, con barba de chivo y una camiseta del Che. Nos indicó el camino, y nos dijo que la vista la había estropeado el viaducto de la autovía, que le estaban destrozando "su" bosque. Acto seguido, siguió caminando por el mismo sendero que nosotros. El sendero no se bifurcaba hasta llegar a Bodenaya. No volvimos a verlo. Al recordarlo, se nos ponen los peletes de punta. ¿Dónde fue el hippie?

Tras un peligroso tramo de carretera, ascendimos por las obras de la infernal autovía hasta Bodenaya, donde, en el albergue más hospitalario que tuvimos (regentado por el gran Alejandro), nos esperaba la cena, la ducha, cama conjunta y la compañía de nuestros amigos. El hospitalero es un tipo majísimo que cobra la voluntad, y te despierta con música a la hora que quieres, y con el desayuno en la mesa. Las paredes están decoradas con banderas de todas partes y símbolos de todas las religiones, y el espíritu del peregrino rezuma por las grietas de la madera. Dormimos tan estupendamente... que llegó la siguiente etapa XD.

Paula.

martes, 7 de septiembre de 2010

Camino al Fin del Mundo, Etapa 2

Transcripción del Diario del Camino de Santiago.

18/08/2010, Etapa 2, L'Escampleru-Cornellana.

Salimos temprano del albergue, y la mañana era fresca y llena de rocío. Camino a Grado, paramos a desayunar en un bar diminuto donde nos atendieron amablemente. La costumbre de desayunar en los bares se mantuvo a lo largo de todo el Camino. Por problemas con la carga, nos detuvimos y caminamos bastante tiempo solos. El camino por la mañana era estupendo, hasta que el sol decidió hacer justicia, lo que hacía la marcha pesada y, sí, dolorosamente lenta. Ya en Grado dimos buena cuenta de las provisiones de las que disponíamos, y enviamos la sobrecarga de vuelta a casa por correo. Allí nos reencontramos con Franz, que llamó nuestra atención al grito de "Peregrinoooos!".

Salimos los tres de Grado, camino al albergue/monasterio de Cornellana, pero de nuevo nos quedamos solos durante un rato. Paco ansiaba por una coca-cola, y al pasar las obras de la autovía, tratando de alcanzar a Franz, llegamos a Dóriga. Y he ahí que, en el bar (Casa Pácita) de este diminuto pueblo (con una preciosa iglesia, a todo esto), nos esperaba Franz con una coca-cola para cada uno. El dueño del bar, un tipo estupendo, le curó las ampollas a Paco. He de decir que por suerte mis pies están estupendamente.

Pronto volvimos a perder de vista a Franz, cuyo ritmo de marcha era mucho más rápido que el nuestro, y, cuando creíamos morir de cansancio, llegamos a Cornellana por el paseo del río. Si alguien nos hubiera dicho que por el otro puente llegábamos antes, no hubieramos dado toda la vuelta, pero el rodeo nos dio buenas conversaciones con los lugareños. Derrotados, llegamos al albergue, donde el resto de compañeros de viaje habían preparado la cena para todos, y, para mi alegría, ¡había boroñinas! (galletas de avellanas que, en Salas y Cornellana se conocen como "carajitos del profesor").

El albergue era confortable, y dormimos estupendamente (el sol nos había achicharrado, y estábamos francamente cansados, así que por narices teníamos que dormir bien). A la mañana siguiente nos despertamos tarde, Paco estaba muy desanimado y comenzamos a plantearnos la posibilidad de regresar antes, ya que el dinero empezaba a escasear...


..........Pero eso lo contaremos en la siguiente etapa.

Paula

domingo, 5 de septiembre de 2010

Camino al Fin del Mundo, Etapa 1

Transcripción del Diario del Camino de Santiago.

17/08/2010, Etapa 1, Oviedo-L'Escampleru.

Llegamos a Oviedo, tras el largo viaje en tren desde Madrid. Visitamos la catedral de San Salvador, que es increíble, y nos dirigimos al albergue de la Asociación de Amigos del Camino de Oviedo para sellar la credencial. El hospitalero era increíblemente amable, y nos dio muchísimos buenos consejos para seguir el Camino y, tras comer en Casa Chus (menú del día, 7 euros, recomiendo las lentejas), comenzamos a caminar.

Nuestra intención era llegar a Grado, pero pronto comprendimos que las distancias en las guías son MENTIRA. subiendo a Escamplero, conocimos a Fran (Franz para Paco), que se ha convertido en un estupendo compañero de viaje. Enol y su hermano, dos chicos de la zona, nos guiaron por los caminos de los alrededores y, sobre las 20:30 llegamos al albergue de Escampleru, donde finalmente nos quedamos.

Allí conocimos a Ricardo, Isa y Mabel, con quien compartimos albergue y viaje un tiempo más. Muy pronto caímos rendidos, y a la mañana siguiente nos encaminamos a Grado. Sí, íbamos con media etapa de retraso, pero cómo solucionamos eso, es otra historia...

Paula

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sábado, 4 de septiembre de 2010

Kawaii Factory celebra un nuevo Giveaway!

Kawaii Factory, la tienda de accesorios lolita y cute regentada por Pinkarol, celebra un nuevo Giveaway con motivo de sus 1000 primeros fans en Facebook!

Los premios consisten en 3 pulseras exclusivas para este evento que serán sorteadas entre los participantes en su blog y en la página de Facebook.

Para más información del concurso, podéis entrar en su blog:


¡¡Mucha suerte!!