miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Colaboración en radio para Mislata Radio!

Hooola chicos!

Ayer hice una colaboración en radio para el programa Epic Time de Mislata Radio, hablando sobre Doctor Who. Fueron unos 20 minutos de conversación sobre mi serie favorita, y bueno, a pesar de los nervios y el poco tiempo, ¡yo creo que no salió mal!

Os dejo el link al podcast, para que escuchéis el programa completo. Y, por supuesto, desde aquí os indico a todos que los martes a las 20:00 podéis escuchar el programa Epic Time a través de www.mislataradio.com. ¡No os lo perdáis!

martes, 16 de agosto de 2011

Al Son del Viento

Gira y gira.

Hipnótico molino, que acompaña con su vaivén circular el desliz vivaracho de mis dedos sobre las cuerdas. A su vez, la sombra luminosa y amarilla de su girar amanece en los girasoles que ondean al viento.

Viento, viento.

Que arrastra mi pelo en una llama que no arde, pero es tibia, como una mañana de primavera secándose al sol. Como la arcilla de un cuenco, del barro del camino.

El polvo gira al son del molino, al son de mi arpa, al son de un viento que no cesa. Calor en el cielo azul pintado con nubes, pinceladas blancas, sonrisas de luna creciente. Aves de cristal dorado.

Una, otra, otra más. Vueltas y más vueltas en un ritmo incesante.

Gira, gira, el molino.

lunes, 15 de agosto de 2011

Cuenta Atrás 15, Camino a Jaca: Primera Toma de Contacto.

Esta semana pasada, Paco y yo fuimos a Jaca de visita.

En parte, a conocer la ciudad, en parte a celebrar nuestro sexto aniversario ^^. 6 años dan para muchas cosas, como podréis imaginar, y esta pequeña escapada nos hizo especial ilusión.

Y creedme, mereció la pena.

Salimos el miércoles 10 hacia Huesca. Sólo hay un tren Valencia-Huesca cada día, y no llegamos a tiempo para coger el último tren a Jaca, así que tuvimos que hacer noche allí. Os aseguro que, aunque una ciudad esté en fiestas, no es agradable pasar la noche en vilo en la calle. Llegó un momento en el que quería simplemente volverme a Valencia a dormir felizmente. Lo bueno fue que vimos a los Inhumanos en directo, y la verdad es que son la risa. Viajar cientos de kilómetros y encontrarte con un grupo de música valenciano no tiene precio, francamente.

El jueves cogimos el tren regional hacia Jaca, y llegamos a las 10 y media de la mañana. Habíamos quedado a las 11 con el responsable de Profesionalización del Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia 64 para visitar la base, y allí que fuimos, volando al Acuartelamiento de La Victoria, llevando a rastras la maleta porque llegábamos por pelos. Una cabo amabilísima nos enseñó las instalaciones (gracias a la Cabo Sánchez desde aquí por sus atenciones), y bueno, Paco quedó encantadísimo con el lugar, con la gente y con el trato. Ahora mismo está motivadísimo con acabar el específico después de las vacaciones, y volver a Jaca a incorporarse finalmente.

Después de la visita, por fin pudimos ir al hotel. Nos alojamos en el Hotel Mur, el decano de los hoteles en Jaca. Fue inaugurado en 1875, y se enorgullece de haber hospedado a la flor y nata de la sociedad española: desde Joaquín Sorolla, Miguel de Unamuno, hasta el mismísimo Rey don Juan Carlos I han pasado por sus habitaciones. Nos dieron una pequeña habitación doble con vistas a la Ciudadela (que es una pasada, por cierto), y después de tanto lío, nos quedamos a descansar. ¡Nos lo habíamos ganado!

Jaca es una ciudad mediana, mucho menor que Valencia, y se nota que está actualmente en pleno desarrollo. Tiene un casco antiguo maravilloso, con la catedral románica, alguos edificios probablemente de la época y una calle Mayor preciosa. Es divertido perderse por sus calles y observar los establecimientos y los bares. La boca se hace agua con las pastelerías, y con algunos restaurantes. Nosotros comimos en un bar de tapas llamado La Nicolasa, donde os aseguro que por poco dinero puedes sentarte a una mesa llena de raciones, y tomarte un culín de sidra natural recién escanciada.

La verdad es que la ciudad en sí invita a ser pateada. Nos cruzamos con infinidad de peregrinos que, por su aspecto, apostábamos a que habían empezado todos en Somport. ¡Demasiado limpitos para llevar más de una o dos jornadas de Camino!

En el hotel habíamos cogido una oferta que por el precio normal de una habitación te regalaban una botella de cava, ¡y por supuesto que la aprovechamos! La cena fue de picnic en el césped de la Ciudadela. El clima allí en verano es interesante. De día, calor. De noche, un fresco estupendo.

Al día siguiente habíamos quedado para ir a una inmobiliaria, donde nos aconsejaron que esperáramos a que Paco estuviera ya en su destino, porque el mercado de alquileres en Jaca es rápido, y los pisos que hay hoy, probablemente la semana que viene estarán alquilados, y al revés. Así que hicimos caso, no miramos más, y nos dedicamos a seguir conociendo la ciudad, que cada vez sentíamos más nuestra, así que tiramos un poco la casa por la ventana y decidimos ir a la Catedral y la Ciudadela. La Catedral es... Extraña. Es pequeña, eso lo primero. Después, no sé si fuimos en mal horario o qué, pero estaba sin iluminar, así que no pudimos verla con detalle. La base es románica, pero tras un incendio se tuvieron que cambiar las cubiertas, incluyendo unas bóvedas renacentistas. Raíz románica, cubierta renacentista y retablos barrocos. Mil años de historia en un solo edificio.

La siguente visita fue la Ciudadela. Es caro entrar, no lo negaré, pero merece la pena. (Informo que su cuidado y conservación es responsabilidad del Ministerio de Defensa, la entrada cuesta 10 euros, excepto estudiantes universitarios, jubilados, grupos, niños y personal militar, que pagan la mitad mostrando la debida acreditación) Su nombre original es Castillo de San Pedro, y sólo diré de ello que es uno de los edificios más impresionantes y mejor cuidados que he visto jamás. Alberga en su interior un museo de miniaturas militares, visita incluida en el precio de la entrada, y que merece la pena verlo, como mínimo por curiosidad. La visita guiada al edificio es muy completa, visitando uno de los cinco baluartes idénticos, el polvorín, el Cuerpo de Guardia, el Patio de armas y la Capilla de San Pedro, donde hay un cuadro contemporáneo de la Inmaculada Concepción (patrona de la Infantería). Una vez acabada la visita guiada, el visitante puede seguir en el interior del edificio, y exceptuando algunas zonas vedadas al público, se puede circular libremente por el interior.

Dos horas pasamos dentro de la Ciudadela. Después de eso, fuimos a refrescarnos al hotel, y a cenar, y por la noche nos volvimos a acercar a los fosos, donde vimos, por fin, a los famosos ciervos que pueblan el foso, regalo hace tiempo al Regimiento de Cazadores de Montaña, y que ahora son uno de los reclamos turísticos de la ciudad.

Al día siguiente, nos dedicamos sobretodo a ver un par de cosas que tenía ganas de ver. Una de ellas era el Puente de San Miguel, impresionante, 96 metros de puente de factura medieval (siglos XIV y XV), con una caída de 17 metros en su arco mayor. Impresionante, el paseo hasta allí (lleno de tejos, abedules y zarzamoras), el Puente, y el entorno, con sus campos de trigo recién segados. También visitamos un par de exposiciones, de pintura de un autor local, Boronat, y la otra de facsímiles de códices miniados. Era emocioné al ver de nuevo el Beato de Liébana, aun siendo una copia (increíblemente fiel), sus colores, la perfección de sus trazos, son algo que puede conmigo.

Y llegó el diluvio.

Nos llovió bastante, una tormenta veraniega con rayos y centellas, y volvimos al hotel hasta la hora de cenar y dormir, aunque no nos privamos de nuevo del paseo nocturno por el césped de los alrededores de la Ciudadela.

Y al día siguiente, era hora de volver... Tomamos de nuevo el tren, esta vez hacia Zaragoza y Valencia (que tienen más afluencia), y por la noche, tras un viaje AGOTADOR, llegamos a casa, cansados, acalorados y, sobretodo, muy motivados para seguir adelante con todo, y poder decir que sí, que nos vamos a Jaca, que nos vamos encantados y enamorados de la ciudad, y que ya la estamos echando de menos.

¡Nos vemos, gracias por leernos!


miércoles, 3 de agosto de 2011

Cuenta Atrás 14, Camino a Jaca. Un mes en casa!!

¡Ya está en casa!

El sábado pasado por fin juró bandera. Fue un dia caluroso, soleado y bueno, acudimos a Cáceres Amparo, Anais, Vicente, Carles, Leby y yo. Paco estaba guapísimo, cansado, pero bueno, todo salió a pedir de boca. Acabamos todos achicharrados por el sol, aunque eso no hizo que fuera peor. Simples anécdotas.

Ahora ya es un soldado profesional, ha superado la instrucción general, y estará el mes entero en casa. ¡Unas merecidas vacaciones! En septiembre volverá a Cáceres, a la instrucción específica, donde estará mes y medio. Y de ahí, a Jaca. ¡Por fin a Jaca! Ya estamos mirando un lugar donde vivir, e iremos a visitar la ciudad la semana que viene.

Y esas son las novedades por ahora, un abrazo!!!