Sí señores. Vuelvo otra vez sobre mis pasos. La mochila lista, la vieira colgada, el bastón y el chambergo me esperan en la puerta. Este viernes regreso a Oviedo para retomar la experiencia peregrina. Ya tengo mi credencial lista (por todos los dioses, el cura de la Iglesia de Santiago es adorable. Lo adoptaba, en serio), y el viernes cogeremos un autobús que nos llevará primero a Pamplona, y de ahí a Oviedo en tren. Otra vez tomaremos el Camino Primitivo, el mismo que nos llevó a Santiago ahora hace ya dos años.
Esta vez terminaremos a principios de agosto, y no de septiembre como la otra vez, pero bueno. No creo que el cambio de fechas influya demasiado. Estoy deseando volver a pisar el Puerto del Palo y del Acebo, pasar por Cornellana y zamparme sus carajitos del profesor, visitar a Alejandro de Bodenaya, y ver a nuestro viejo amigo Gervasio, el ángel ateo.
Caminar para rememorar una vida distinta.
Ya empiezo a sentir la extraña sensación de que el mundo "normal" no es el mío. La extraña distancia, la dimensión paralela del Camino. La vieira vuelve a indicarme que mi destino está donde muere el sol.
Camino al Fin del Mundo, de nuevo.
Esta vez, para agradecer muchas cosas.
Ya veremos qué encuentras durante el camino y al final del mismo ;)
ResponderEliminarLo más seguro es que encuentre sol, calor, y (muy probablemente) VACAS.
EliminarY a la vuelta espero encontrarme con todo y todos los de siempre. Así que no huyas. Cobarde. Que te tengo calao.
;D Besos de Vainilla
Bethy-Nee XD