Un paso, y otro más.
Cada vez te veo más cerca,
tal vez más lejos.
A veces te pierdes en la niebla.
Sólo quise darte la mano, y caminar,
pero seguimos sendas paralelas y lejanas.
Quise quererte
y quise olvidarte.
Amarte sin amor,
odiarte sin rencores.
Pero me siento la vana obra
de un mal pintor.
Decorativa y poco más.
La rareza en tu bolsillo,
la curiosidad en el gabinete
de un doctor decimonónico.
Estábamos hechos el uno para el otro
pero la vida nos mantuvo aparte.
Y ese pensamiento
me hace llorar.
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