No te salvaré

No te salvaré
porque no necesitas redención.

No te salvaré
aunque bajo tu negra capa
exista una sonrisa,
una caricia cálida.

No, no te salvaré.

No te salvaré
porque no quiero que vean
que bajo la oscura bandera,
bajo el puño de acero,
estás tú.

No te salvaré
porque eres malo.
Porque te quiero malo.
Porque sino, no serías el que eres.

No te salvaré.
No quiero compartir
el secreto que tú y yo guardamos.
Con nadie.

Dejaré que seas un monstruo
que, en la sombra de la noche,
me guiña el ojo desde debajo
de las sábanas.

Sigue asustando.
Yo no tengo miedo.
Y por eso, no te salvaré.