viernes, 10 de diciembre de 2010

10 de Diciembre-In Memoriam

Tal dia como hoy, nos dejaste.

Sin avisar, sin hacernos sufrir más de la cuenta. Te fuiste, sin más.

Llovía, como hoy, aunque hacía bastante más frío.

Uno o dos días antes habíamos estado de boda, y me acuerdo que, tras leer un artículo de Pérez-Reverte, al irme a casa con los papás te di un beso y te dije "te quiero", muy bajito, al oído, porque me daba vergüenza que los demás me oyesen. Porque siempre me daba vergüenza todo.

Y esa noche, nos dejaste huérfanos a todos.

Desde entonces, no me dejé de preguntar si el Destino me dio el empujoncito para decirtelo, o qué narices pasó. No supe reaccionar. Sólo no entendía por qué llegaban las cinco de la tarde y no subías las escaleras de la calle Sueca. Sólo podía aporrear los botones de la consola, consolándome el dolor de que te arrancaran de casa.

Después vinieron los sueños, como siempre, con la Perla, diciéndome que ibas a ver a la yaya. Y siempre coincidía que soñabamos a la vez contigo. Será verdad que soy un poco bruja, pero eso es un secreto a voces. Sh, que nos oyen.

Llegaron años muy duros que no sabría explicarte, pero un día, cogí la mochila y decidí cumplir la promesa. Quería llevar una moneda de 100 pesetas, como las que me dabas todos los dias para cumplir mi propósito, pero ya hacía demasiados años que no circulaban. Tantos años como los que me faltabas.

Y aún me faltas, y nos faltas a todos.

Espero volver a verte de nuevo, en otra vida, con otro nombre u otra cara, yayo Manolo. O en el Cielo, aunque yo no creo en esas cosas.

Un beso, allá donde estés

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