martes, 27 de marzo de 2012

Sonrisa muda.

Con el corazón en las manos
llamo tímida a la puerta de hierro
diminuta, esperando permiso
para colarme por la rendija
que me concedes.

Como el plumón de un ala
que se desliza una tarde de primavera
entre las hojas de una ventana oscura
soy pájaro que sobrevuela
un silencioso campo de batalla.

¿Puedo amarte? Te pregunto
esperando una respuesta muda.
Tal vez me sonrías,
y simplemente dormiré en tu regazo.

Dame tus migajas
y será el banquete de mi alma.
Sólo un jirón de cariño
y dormiré como si ello fuese
el lecho de una Reina sin Nombre.

Sin trono ni corona.
Pero colmada
sólo con una sonrisa fugaz,
tal vez una caricia.

No quiero tu amor desgarrado
ni doliente.
No quiero el poder
de verte sufrir por mi.

Sólo quiero hacerte feliz.

Deja el llanto para quien te esperó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario