martes, 16 de agosto de 2011

Al Son del Viento

Gira y gira.

Hipnótico molino, que acompaña con su vaivén circular el desliz vivaracho de mis dedos sobre las cuerdas. A su vez, la sombra luminosa y amarilla de su girar amanece en los girasoles que ondean al viento.

Viento, viento.

Que arrastra mi pelo en una llama que no arde, pero es tibia, como una mañana de primavera secándose al sol. Como la arcilla de un cuenco, del barro del camino.

El polvo gira al son del molino, al son de mi arpa, al son de un viento que no cesa. Calor en el cielo azul pintado con nubes, pinceladas blancas, sonrisas de luna creciente. Aves de cristal dorado.

Una, otra, otra más. Vueltas y más vueltas en un ritmo incesante.

Gira, gira, el molino.

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