domingo, 20 de febrero de 2011

Camino al Fin del Mundo, Etapa 10


26 de Agosto de 2011

Lugo -As Seixas


Lugo aún dormía cuando nos despertamos. Sólo se oía el repiqueteo de nuestros bordones en el asfalto y los motores de los primeros coches, y pronto, muy pronto, salimos de la ciudad.

El día se presentaba gris, y con algo de niebla, y en pocos momentos vimos brillar el sol... para nuestro alivio. La senda era agradable, la mayor parte del camino iba por asfalto, por la carretera que lleva a Palas de Rei, y cuando salíamos de ella era para entrar en bosques de robles. Un laberinto de maizales, prados y calabazas nos saludaba desde el campo, dándome a entender que el otoño está a la vuelta de la esquina. Pronto llegamos al mesón de Crescente, donde comimos muy bien por poco dinero. Destacar su flan de huevo casero, y el café de puchero.

San Romao da Retorta estaba muy cerca, pero nos habían hablado de un nuevo albergue en As Seixas, que nos permitiría acortar, más si cabe, el resto de etapas. Así que, pese a mis protestas, continuamos, dejando atrás el albergue de San Romao.
Seguimos por el laberinto de calabazas y maizales, pasando aldeas diminutas y de pronto, decidió llover. Al principio sólo era un suave orballo, pero muy pronto se cogió, lloviendo con fuerza. Creía que íbamos a quedarnos ahí, aislados en la lluvia, helados y empapados, pero finalmente conseguimos llegar a As Seixas, un albergue muy nuevo con muy buenas instalaciones. La hospitalera fue muy amable con nosotros, y después de cenar con los compañeros de Camino, nos fuimos a dormir.


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